Entrada relacionada con la siguiente noticia: Psicoanálisis y Hitler
Ni tratamiento, ni seguimiento y por lo tanto, no podemos hablar de recuperación. El rumbo de la historia pudo cambiar, una vez más, pero el destino, el descuido, el desinterés, o simplemente, el desconcierto, hicieron que no fuera así.
No podemos volver al pasado para removerlo, renovarlo y
cambiarlo. Únicamente para comprender los porqués del presente para crear un
futuro, posiblemente muy diferente a lo que vivimos.
Supongamos que Freud llega a poder internar al pequeño Hitler,
la historia, posiblemente hubiera cambiado, hubiera sido contada por otros
vencedores o vencidos, quizá ni siquiera podríamos hablar de guerras o
batallas, de desastres o enfrentamientos, o simplemente todo lo contrario, hubiéramos hablado de otro caso clínico, analizable por muchos y con poca trascendencia mediática. Tal
vez, hoy, no podríamos hablar de aquel pequeño niño que se cruzó entre los
estudios psicoanalíticos y que, lamentable más tarde comenzó a destruir parte
del mundo, los derechos humanos y la ética en todos sus aspectos.
Ni tratamiento, ni seguimiento y por lo tanto, no podemos hablar de recuperación. El rumbo de la historia pudo cambiar, una vez más, pero el destino, el descuido, el desinterés, o simplemente, el desconcierto, hicieron que no fuera así.
Como pasado, por mucho que nos pese, no podemos
removerlo, renovarlo ni cambiarlo, únicamente aprender de ello, cambiar por
ello y avanzar contra ello.