Posiblemente la paciencia, las uñas y la espera, se acabasen
hace ya unos días, pero hoy, PIRes, FIRes, MIRes, BIRes… es momento de
demostrar al mundo que los jóvenes también podemos soñar con futuros en nuestro
país, que podemos apostar por lo público y que finalmente el esfuerzo, puede
encontrar su recompensa.
El tiempo de espera se prolongará como se prolonga una
llamada que nunca es cogida, como lo hace el llanto de un pequeño cuando tiene
que existir silencio, posiblemente parezca un vuelo con escalas no programadas
o la publicidad de ciertos canales.
Después, el momento más esperado, durará como dura el
recorrido del metro desde una parada a otra, como lo hace una canción de
cumpleaños o tanto como dura un te quiero
en la adolescencia.
Ni nervios, ni llantos, ni desesperación. Ánimo y a por
todas.
Muchísima suerte.
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