miércoles, 25 de mayo de 2011

Querido joven:

Entrada relacionada con la siguiente  Acampadas-indignados
Mis palabras no pretenden atacarte, no pretender causar dolor, lamentación o quizá una cierta nostalgia hacia algo que nunca viviste.
Cuando yo tenía tus años, veinte o veinticinco tal vez, vi pasar ante mis ojos todo aquello que hoy ya queda reflejado en los libros de historia. Vi caer sobre mis mejillas lágrimas de rabia, de impotencia y dolor, tal vez la incomprensión al oír ciertos murmullos, estallidos, gritos de personas enfrentadas y que al mismo tiempo compartían un mismo lugar.
Cuando yo era joven, nadie quiso escucharme, es más, yo no pude expresarme, mis palabras quedaban encerradas en una cárcel acristalada, sin salida… y aquellos que se despojaban de las barreras que la sociedad de mi tiempo imponía, posiblemente, no pudieran correr muy lejos, viendo como sus alas se rompían con su propia alma…
Tú joven, que hablas, piensas, que puedes volar y ver desde el cielo a todas las personas que te rodean, no dejes que tus principios se fundan y se desparramen en el suelo, no dejes que tus lamentos queden escondidos en las sábanas de la mentira, del odio, del miedo… Escribe, conversa, infórmate… intenta descubrir los porqués y los cómos de una sociedad que yo mismo no podré ver durante mucho más tiempo.
Sal a la calle, muéstrate como eres. Dile al mundo que viniste aquí desnudo y ahora estas dispuesto a desnudarte por dentro para que los de fuera se den cuenta que no eres únicamente un producto social.
Gracias, joven, porque aquí este que peina canas y acaricia arrugas, pronto se despedirá de un mundo con la sensación de que hay alguien que continúa trabajando para labrar el camino hacia la verdad.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Parte de la historia española?

Entrada relacionada con la siguiente noticia: 15-M
Seguramente, cuando el muro de Berlín estaba a punto de caer allá por el año ´89, miles de personas se reunieron para decirle “adiós y que no volviese más”.  Posiblemente comenzaran siendo cinco anónimos que decidieron que esa situación que dividía su tierra en dos no podía continuar así…
Quizá cuando aquel joven en Beijing, lleno de impotencia decidió frenar una fila de tanques, por su cabeza no pasase más que una solo palabra, la de justicia, esperanza o tal vez la de comprensión o libertad… quién sabe.
Es posible, que hoy en día en nuestro país únicamente salgamos a la calle para manifestarnos por leyes que al fin y al cabo y desde la lógica no posen ningún tipo de importancia, promoviendo, por ejemplo, la ingesta de alcohol en vía urbana. También puede ser que únicamente alcemos la voz para decir a todo el mundo que nuestros colores han ganado sobre los de cualquiera…
Puede ser que los movimientos de estos días únicamente formen parte de un capítulo de la historia actual, dejando una pequeña huella que poco a poco se irá borrando… o tal vez, permanezca la sensación, desde cualquier rincón, desde cualquier calle, desde cualquier recoveco más interno, de ser escuchados.
Puede resultar curioso, pero cuando la minoría se hace notar, de pronto, como si nada se movilizara y en cambio todo pasase deprisa, es cuando la mayoría se resiste a comprender.
Sea como fuere, y será como el destino quiera, seguiremos siendo personas… personas que simplemente, observadas desde lo alto, se movilizan, caminan y luchan por su futuro (o al menos, eso espero).

lunes, 9 de mayo de 2011

Tiempo de... ¿política?

Entrada relacionada con la siguiente noticia: Campaña electoral
Comienza el festival de dimes y diretes, cuchillos y lanzas, mentiras y verdades disfrazadas, ocultadas entre palabras en sarcasmos envenenados y en juramentos incumplidos.
Comienza el baile de la elocuencia, del qué te dije  y del qué dirán,  el monólogo de unos pocos respaldado por unos cuanto y escuchando por tantos de miles de pensantes que se disponen a elegir  y cambiar…  cambiar sin rumbo en la aventura de la desventura, en la des-emoción emocionante,  en la desesperanza esperanzada de un país que como un barco va dejándose llevar por el devenir de los nuevos vientos.
Comienza el viaje, bajar del coche, la foto en el pueblo, en la ciudad, en el baile de la plaza o subido en la copa de un pino, cerrar la puerta y seguir el viaje, para que quede inmortalizado el paseíllo y la media verónica a punto de mostrar la espada para que el adversario se proponga actuar de nuevo.
Comienza el partido de tenis de las palabras, el lanzar argumentos a la red del equipo vencido y vencedor, comienza el haremos, construiremos… venceremos.  
¿Realmente unas palabras bien vendidas, un marketing disfrazado, un dialogo elegido… es la mejor propaganda para afianzar o cambiar los pensamientos? La política cambia, y en verdad, finalmente, como K. Adenauer creía, en política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno... y ahora es tiempo de darse la razón a sí mismo, de guiarse por esos principios, por esos instintos, por esos elementos que en definitiva constituyen a cada uno de los seres humanos.