viernes, 13 de enero de 2023

Llorarse la vida

Caer, caer y levantar, caer y levantar.
Caer y no querer hoy despertar.
Morder el pensamiento.
Fundirse en los silencios.

Desmenuzar los fantasmas.
Ser el propio fantasma.
Silenciar todas las lágrimas del mar seco de los huesos.
Caer y volver a despegar con un torbellino de turbulencias sin nada más que no pensar.

Caer y perseguir el suelo de las huellas.
Levantar una pierna y después volver a tropezar.
Romperse en mil pedazos.
Laminar todas las vertebras para diseccionar el pensamiento.

Caer, llorar, secar y volver a llorar.
Triste, apático y moribundo el cuerpo vuelve a caer.
Hablar y llorar, llorar a rabiar, hablar sin callar.
Callarse el corazón, silenciar el alma, detonar la razón.

Hablar y volver a hablar, poco a poco, aprender a caminar.
Romper, ordenar. Ordenar y sanar, hablar, escribirse en los versos, dejarse llevar, llevarse, llevar sin dejarse.
Tropezar sin caer, volver a levantarse, llorar, volver a destapar los labios del compás dormido de sus comisuras.
Volver.
        No caer. 
                Caminar.
                        Vivir, aprender de nuevo a vivir. 

      Hoy es el Día Mundial de lucha contra la Depresión,    
             la enfermedad mental más común en España que afecta,
             según datos de la Organización Mundial de la Salud,
             alrededor de un 3,8% de la población mundial. 

             La educación emocional y la atención por
             profesionales de salud mental 
son algunas
             de las claves  para prevenirla y poder superarla.
                                                       Y es que sí, puede superarse.