domingo, 18 de noviembre de 2012

Hasta siempre Miliki

Entrada relacionada con la siguiente noticia: DEP_Miliki


¿Cómo están ustedes? La verdad, hoy, quizá la respuesta cambia... Se apagó una de nuestras sonrisas, se construye el recuerdo de la nariz roja , de las carcajadas de la infancia y de la no tan infancia.

Algunos iconos, son más bien modas, vienen y van, pero cuando la alegría y la ilusión se entremezclan en una misma persona, la nostalgia es inevitable sentirla cuando esa velita llena de energía se apaga.

En varias ocasiones, me he planteado como sería la banda sonora de mi vida, sin duda, alguna de sus canciones estaría dentro de esa discografía recopilatoria. Unas canciones cargadas de sueños y de miles de momentos que inundaron la infancia de muchos.

Hoy más que nunca podremos decir que había una vez un señor artista que alegraba siempre el corazón y hoy en forma de pájaro de papel, nos hará reír desde el cielo.

Hasta siempre don Emilio. 
Hasta siempre maestro.

martes, 13 de noviembre de 2012

Despidiendo al futuro


Entrada relacionada con la siguiente noticia: Dedocracia

Nos sorprende lo nuevo, lo exportado, lo de fuera, lo de otros países, es más: nos quedamos alelados con aquello que viene de otros continentes.

Nos comportamos como un rebaño de ovejas que no se asusta por la existencia de una oveja negra sino que, de modo contrario, la aprecian mientras la miran desde abajo, la sobrevaloran por el hecho de venir de fuera, del exterior, no la perciben como igual, la ven diferente y la veneran simplemente por llevar una denominación de origen distinta.

Dejamos pasar héroes, terminamos con los jóvenes emprendedores de nuestro alrededor, aniquilamos a base de portazos, de cerrar puertas a la innovación de aquí para abrir todos los recovecos a lo que viene de fuera, suicidamos a los investigadores y los mandamos por las ventanas más estrechas a otros países para que después, puedan venir desde otra procedencia, para abrirles las puertas de par en par.

No es de extrañar que allá por donde vayamos existan personas que hablan nuestro mismo idioma y cuenten que un día tuvieron que viajar para ser valorados en otro lejano lugar. Un lugar del que, volviendo como exportados, conseguirán la valoración merecida. No es de extrañar que el pequeño comercio cierre, que las grandes superficies con marcas americanas, inglesas o chinas, recojan más aplausos, no es de extrañar que poco a poco, nuestro país se llene de “exportaciones-vitoreadas” al ritmo que despide a “futuros-posibles-que-nunca-serán”.

Que utópicas suenan hoy en día aquellas palabras del famoso Einstein: Yo nunca pienso en el futuro, viene bastante rápido. Enlentecemos nuestro presente para construir un futuro desconcertante, dudoso y al parecer, de manera inevitable, lejos de aquí.