domingo, 26 de junio de 2011

110+10=120+dudas

Entrada relacionada con la siguiente noticia:
De 110 km/h a un poquito más
Contradicciones de kilometraje y seguridad al mismo ritmo que acelera el desajuste económicos y muchos de los bolsillos se van desquebrajando al compás que lo hacen las pegatinas.
¿Realmente la solución se encuentra en variar el kilometraje o sería más rentable a la larga variar la razón humana? Quizá las inversiones de nuestro país y, lamentablemente, las de muchos otros, no se destinan a proyectos futuros para modificar no solo lo material, si no también aquellos aspectos relacionados con la sensibilidad individual.
Podríamos justificarnos con eso de que en otros países de nuestra querida Unión Europea, no siguen ninguna norma de máximos o mínimos en relación a la velocidad y el índice de siniestros es significativamente menor… claro, que puestos a mirar todos los puntos como es propio en cualquier decisión,  podríamos señalar el asfalto, la señalización, la actitud temeraria de muchos  o incluso un destino cargado de mala suerte como factores que hacen que con o sin pegatina determinados resultados no puedan evitarse.
¿Realmente cambia algo la disminución o ascenso tan mínimo en la velocidad de los vehículos o nos encontramos ante otra nueva medida de las que hacen debatir mucho pero sirven para despistar a una sociedad que corre desorientada esta vez por encima de la velocidad permitida? Hagan sus apuestas, pero no olviden no sobrepasar los límites.  

viernes, 3 de junio de 2011

Al filo del protagonismo

Entrada relacionada con la siguiente Cebolla, mujer, cuchillo y herido
Ni el guión de la película de Alfred Hitchcock ni la mayor de las comedias de Martes y 13 en sus tiempos de gloria y ni siquiera la segunda parte de una de esas películas (cuando se les podía llamar así) de Almodovar.
La mujer sanguinaria, La vieja del cuchillo, La cebolla ensangrentada o El cuchillo múltiusos… miles de términos utilizables para este suceso que a primera vista parece comenzar a contar un chiste despiadado o la inevitable historia de una futura persona que próximamente vivirá en las paredes de un psiquiátrico.
Me recuerda a la reducción de velocidad al pasar por un accidente, o al entre tapar de ojos cuando algo se quiere y no se quiere ver al mismo tiempo. Evitando lo nefasto, lo cruel del suceso o el hecho de violencia,  el protagonismo de la noticia se la llevó ese cuchillo… Paradójico a primera vista, pero al fin y al cabo así es el ser humano, da igual como se encuentre el objetivo de la agresora, da igual lo que sucediera, lo sorprendente para los que dan a luz una noticia (y en ocasiones para quien la lee) es que al ritmo de una cebolla, el suceso acabó en llanto, se dejó de lado la tragedia.