domingo, 11 de mayo de 2014

Luces, música y acción política.


Entrada relacionada con la siguiente noticia: Euro-visión 

Nos preocupamos por poner todo bonito, sin guirnaldas de los chinos pero con luces de neón que nos recuerden a cualquier garito alternativo que ya estamos acostumbrados a ver.
Intentamos mojarnos, hablar en inglés y lucir los vestidos más “in” para estar lo menos “off” posible… Simplemente para expresar con melodía lo que todos dicen con las mismas notas, pero en diferente orden, para percatarnos de nuevo, que la música, cuando es cuestión de competir entre países se trata, lamentablemente, de aspectos políticos.
La música huele a política y más si se intenta trasmitir a nivel europeo. Abucheos hacia lo que los medios de comunicación nos dicen que silbemos. Aplausos y apoyos a lo que los telediarios matinales y nocturnos nos quieren decir que apoyemos y, finalmente, damos la victoria a una persona con barba y con un vestido de lujo, aparentando nuevamente que se la damos por su voz, pero simplemente gana por los pelos. Aparentando,  otra vez, que somos muy justos, muy respetuosos y estamos ante una Europa plural en la que lamentándolo de nuevo nos escandalizamos cuando nos enteramos de que el vecino del quinto nació Manuela y ahora es Manuel y que se casó con un tal Antonio que se había separado de su mujer un par de años antes tras tener dos hijos.
No nos disgustemos cuando vemos escandalizarse a la vecina del octavo piso cuando ve los calzoncillos del matrimonio colgados al mismo tiempo, cuando nosotros mismos nos dejamos llevar por los medios y utilizamos el aplauso gratuito ante cambios físicos poco comunes pero que poco a poco no deberían de servir como espectáculo mediático como si de la mujer barbuda de un espectáculo ambulante se tratara.