sábado, 16 de junio de 2012

Hacia arriba

Entrada relacionada con la siguiente noticia: vaportinacho

Dice un anuncio de una conocida marca de refresco, que en el momento en el que los españoles nos unimos, somos increíbles, inmejorables, conseguimos metas preciosas y quizá sueños tan bonitos que otro grupo no podría conseguir en miles y millones de años.

En época de Eurocopa lloramos, nos emocionamos, vibramos juntos. Suena al unísono la palabra gol y pondría la mano en el fuego a que alguien ajeno al mundo futbolístico que camina tranquilamente por la calle, vibraría también al tiempo que se percata de ese intenso sonido que viene desde los pulmones y sale al exterior diciendo que nuestra Roja ha marcado ¡¡Gol, Gol, Goooool!!

Hoy mismo, una nueva noticia de unión entre españoles, de persecución de metas en grupo y de correr en maratón detrás de un sueño: Bruce Springsteen en Madrid, pero no se crean que esta es la noticia, no, querido lector, la noticia se encuentra en el movimiento de redes sociales para que el artista dedique una canción a un joven que el destino le hizo partir muy pronto, despedirse de sus amigos y familiares y viajar a la otra vida.

Pueden ocurrir desastres, puede que la naturaleza se cebe con nosotros cinco veces menos (seguramente) de lo que habitualmente lo hacemos contra ella, pero al fin y al cabo llenando todo nuestro país de caos y desesperanza. Pueden atacarnos o quizá definirnos como los amantes del típico “olé, olé y fiesta, fiesta”. E incluso podemos llegar a atacarnos los unos contra los otros, rojos contra azules y al mismo tiempo ponernos morados. Podemos ser gañanes, pueblerinos e incluso estar a la cola de Europa, pero seguramente y vuelvo a poner la mano en el fuego por mi país, que al estar en esa misma Europa y cruzarnos en esta época con otro de nuestro lugar de origen, nadie podrá decirnos nada mientras cantamos con orgullo que somos españoles.


Desde, seguramente, mi punto más subjetivo y posiblemente diferente al de muchos, creo, simple y llanamente creo, que juntos, con esa ilusión y ese espíritu soñador, podemos hacer que nuestro país vibre una vez más como en un concierto en el que todas personas disfrutan de la música moviéndose al ritmo de los compases, es decir en la misma dirección y siempre hacia arriba, con la sensación de querer volar pero con los pies en el suelo.

Llámenlo utópico, pero no se trata de una condición política, social, ni mucho menos económica e histórica, se trata de una sensación de unión y al fin y al cabo de querer que nuestro futuro se convierta en un destino que queremos y estamos orgullosos de vivir aquí, en nuestra casa.

martes, 5 de junio de 2012

Percatarse


Entrada relacionada con la siguiente noticia: Día_Mundial_del_Medio_Ambiente

Cuando aún éramos pequeños pero lo suficientemente mayores para comprender la importancia de los aspectos relevantes de la vida, recuerdo que en el colegio había un Día de la Naturaleza: todos nos dirigíamos hacia un lugar campestre y lo reponíamos de árboles, era como un acontecimiento especial, un día de alegría, reunión y respeto hacia todo lo que nos rodeaba.

Íbamos creciendo y términos como “Efecto invernadero”, “Polución” o “Contaminación”, pronto se incluían en nuestra lingüística particular.

Parece que superada esta época escolar, esa etapa llamémosla de inocencia, a muchos se nos olvidaba lo de la reforestación o la no contaminación… Claro, que más tarde, cuando vinieron advirtiéndonos del efecto invernadero, la importancia del agua o tal vez, de que dentro de unos cuantos años todos estaríamos calvos debido a la falta de ese bien preciado que es el H20, volvimos a percatarnos que lo que nos rodeaba era más valioso  de lo que imaginábamos.

Por supuesto, no tardamos de nuevo en olvidar los bienes valiosos y pasar a los lujos, al despilfarro y la falta de conciencia por todo aquello que la naturaleza había tardado miles y miles de años en lograr.

De nuevo, gracias a ese Día Mundial del Medio Ambiente, nos volvimos a dar cuenta de lo importante, valioso o preciado que era el mundo en el que vivíamos, pero tras mirar a nuestro alrededor, nos dimos cuenta que lo único que podíamos hacer era no perjudicar más todavía lo que nos rodeaba…

¿Ahora cómo le explicamos a la ardilla que cruzaba España saltando de pino en pino que tiene que hacerlo de edificio en edificio o de vertedero en vertedero? Supongo que ni con el mayor de los croquis lo entendería… ¡Vaya! Creo que esa ardillita pondrá una cara similar a la de nuestros nietos cuando les expliquemos qué es el chapapote, la primera línea de playa o las centrales nucleares.

Los textos bíblicos afirman que venimos del barro, es decir, de la tierra y del agua, mientras que para los darwinianos nuestro antepasado más lejano es el mono. Al parecer hace unos cuantos años, nuestra conciencia sobre la Naturaleza, era mayor.

Tendríamos que andar descalzos para dejarnos llevar por la tierra, nadar desnudos para sentir el mar o incluso gritar a pleno pulmón para comprobar que el aire aun puede ser aire puro.

De lo que no cabe duda es que nos movemos en un medio natural, vivimos en él y lo más seguro es que descansaremos en este mismo ambiente (si dejamos que perdure) por los siglos de los siglos, amen.