¿Una boda más?

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32 millones invertidos en seguridad para que la Reina, la gran anfitriona de la iglesia en Reino Unido, Doña Isabel II… como quieran llamarle, luzca la mejor de sus galas en color amarillo... ¡amarillo!, aunque seguramente, esto sean pensamientos a la española...

Supersticiones a parte, la han bautizado (valga la utilización de acontecimientos sacramentales) como La boda del año, pero seguramente para ese pueblo perdido en la montaña en la que llevan 20 años sin que nadie se case, también sería la boda del año si dos jóvenes se animasen;  o posiblemente para la madre que ve como se va a casar su niño, esa boda en verano, también será la boda del año; o para ese matrimonio que en la menor absoluta intimidad posible se dicen el  sí quiero en Las Vegas luciendo las galas a lo Elvis y Marilyn…

¿Realmente se merece tanta expectación, comentario, retrasmisiones, presentadores enloquecidos…? O ¿de nuevo los medios de comunicación continuan vendiéndonos el producto e inculcándonos la compra-venta de nuevos merchandising?

Muy guapo el novio, muy guapa la novia, los padrinos, los familiares e invitados, el público a punto de estallar de la emoción, hasta hay un cura que oficia la ceremonia que viste la mejor de sus sotanas… Podría ser una boda más o una boda menos por hacer, pero  realmente no seré yo la que quite ilusión o pomposidad a este acontecimientos, así que: ¡Cámaras, rotativas, pamelas enormes y colorido londinense! Enhorabuena a los recién casados, mañana en sus mejores revistas.

Emo(gol)ción

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Deporte_Fútbol

¿Quién dijo que el ser humano es solo racional, qué simplemente actúa por lógica, contraataque, esquemas y demás mecanismos de la mente y de la acción?

¿Quién pensaba que después de una derrota solo esta la opción  de seguir luchando o de rendirse y esperar a que las nubes pasen? O ¿Quién pensó que tras una victoria únicamente existen fines económicos?

Emociones, díganles a aquellos que lo pensaron, que el ser humano es emocional. Que ante una nueva noticia llora, se sonroja, se muere de miedo… con el único fin de mostrar  al resto sus propias emociones, sensaciones, ánimos… con la única meta de dejar claro que tras la piel, tras los huesos, vísceras, conexiones celulares y neuronales, existe un universo aparte, existe un planeta interior en el que habitan miles de especies que muchos desean eliminar, existen las emociones.

Sus caras, sus lágrimas, la tensión de sus rostros, esa manía inevitable de morderse los labios… gestos muy alejados del plano económico y racional que sin duda son la huella de que el ser humano no puede luchar contra lo que es.

Felicidades Charlie Chaplin

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El padre del ingenio sin decir palabras, el padre de la expresión sin vocalizar, el padre del cine sin apenas darle color, el padre del humor sin ser monólogo…

El hombre del bigote perfecto sin ser El Gran Dictador,  el hombre de ayer sin olvidarse de Los tiempos modernos, el hombre sin dejar de ser El chico….

Y es que hoy, las Luces de la ciudad, han aparecido con otro color, aquel rincón londinense seguramente, hoy tenga las farolas más brillantes de la ciudad, en forma de vela para que uno de los grandes del cine las sople y siga dando color, reivindicando los colores  como solía hacer desde el blanco y negro para que el mundo pueda de pronto arrugar las mejillas para esbozar una plena sonrisa.

Querido señor futuro:

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De pequeño soñaba con ser de mayor astronauta, torero, futbolista, bombero, arquitecto, banquero, pintor, vendedor de tuercas y tornillos o jugador de baloncesto.

Cuando fui creciendo, pensé que la mejor manera de seguir soñando era ser piloto de fórmula 1, presentador de las noticias en la radio o el señor del tiempo en la televisión, aunque nunca descartaba ser maquillador de modelos, diseñador gráfico o cantante.

Pasada la más típica adolescencia, cuando la madurez ya afloraba por mis venas, la vida me fue enseñando que el dinero si que puede dar la felicidad, además de darte de comer, darte ropa y una vida a la que muchos denominan como digna. Fui creciendo y me di cuenta que muchos de los valores iban perdiéndose por el camino y eso de empatía, compañerismo e igualdad, era mejor dejarlos en la cuneta. Por estas razones y algunas otras que es mejor no desvelar, decidí ser político, decidí pensar por mí para hacer pensar a muchos que pensaba por el pueblo. Pensé en llenar mis bolsillos, en llenar mi casa y mis propios intereses. Fui creciendo y al mismo tiempo vi crecer mis cuentas corrientes, pero también olvidé algo por el camino: ser previsor… ¡ay!  y ahora me doy cuenta, señor pasado, que he dejado por detrás un futuro de trabajadores en paro, estudiantes desilusionados y miles de personas luchando por el futuro mejor que yo no supe construir.

Ahora, cuando ya no soy tan niño y las arrugas se forman en mi ceño fruncido, me doy cuenta que  el dinero no da la felicidad, que la ropa, la comida y la dignidad no tienen el símbolo del euro, ahora me doy cuenta que mi vida ha sido la construcción de un destructor de sueños y en poco tiempo muchos niños como aquel de hace cincuenta años, solo pedirán que de mayores quieren trabajar.