¿Cómo están ustedes? La verdad, hoy, quizá la respuesta cambia... Se apagó una de nuestras sonrisas, se construye
el recuerdo de la nariz roja , de las carcajadas de la infancia y de la no tan
infancia.
Algunos iconos, son más bien modas, vienen y van, pero
cuando la alegría y la ilusión se entremezclan en una misma persona, la
nostalgia es inevitable sentirla cuando esa velita llena de energía se apaga.
En varias ocasiones, me he planteado como sería la banda
sonora de mi vida, sin duda, alguna de sus canciones estaría dentro de esa discografía
recopilatoria. Unas canciones cargadas de sueños y de miles de momentos que inundaron
la infancia de muchos.
Hoy más que nunca podremos decir que había una vez un señor artista
que alegraba siempre el corazón y hoy en forma de pájaro de papel, nos hará
reír desde el cielo.
Hasta siempre don Emilio.
Hasta siempre maestro.