sábado, 1 de marzo de 2025

Rehogar

Ahógate en un vaso de agua y lame todas las heridas que te hiciste al no soñar. 

Bébete las lágrimas que te dejaste dentro para que con el sudor de tu frente veas de nuevo que el cristal que tus pupilas taladraron nunca volverá a repararse. 

Perdido, ajeno a ti mismo, cansado, sales volando hacia cualquier nido deshabitado, escapando de las tormentas que aun están por comenzar. Y cuando el nido caiga, invadido por las nieves, los vientos y otros contratiempos que pensaste dejar atrás, habrás aprendido que eres del mar y allí las gotas no se pueden contar.

Bébete las heridas para que las lágrimas sean las únicas que cuenten cuando quieras echarte a volar. 

Maréate cuando bebas para que las heridas empañen las lágrimas.

Vuela sobre el mar. 

Revuelve para decirte que nada aprieta, nada ahoga.


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