lunes, 2 de abril de 2018

Postureo de solapa.

Crea días de algo. Rememora todo lo que sientes en un solo día al año. Haz mil lazos, lazos de colores: rosas, azules, amarillos, incluso crespones negros. Lucha como si no hubiera un mañana invirtiendo todo tu salario en esos trozos de tela. Invade tus redes sociales con lazos, cambia tu foto de perfil y haz que recorra todos tus grupos con una reivindicación concreta, tienes 24 horas para ello. Celebra el día nacional, internacional, mundial, estratosférico… de algo. Siente que es tu causa, que es tu lucha, haz de ello tu melodía desde que te levantas hasta que te acuestas. Háblales a tus amigos y familiares de ello, compra lazos para todos y vuelve a empezar la historia: haz que inviertan su sueldo en comprar estos trozos de tela, haz que invadan sus redes sociales con lazos, que cambien sus fotos de perfil y que todos los grupos que compartís y los que no, estén plagados de ese mensaje. Sentir que es vuestra causa, vuestra lucha, haz que canten la misma canción y que sigan hablándoles de ello al resto de personas del país, del mundo, del universo, de la galaxia…

Y al día siguiente, ¿al día siguiente? Siente que ha sido como un cumpleaños: solo se celebra una vez al año, solo se sopla la vela una vez al año, solo se tiran confetis de colores una vez al año. Imagina que ese amigo o familiar solo existe para ti una vez al año, solo cuando celebra su día, un día fantástico para reivindicar que es una buena persona, para concienciar y concienciarte de que la quieres, pero solo una vez al año y si te acuerdas.        


Ahora imagina que en lugar de tanto día único y espléndido, destinamos parte de nuestro dinero a la investigación, a la ciencia, a la reivindicación, a los planes y proyectos, a las ayudas… y nos dejamos de tanto postureo en la solapa y pasamos a la acción continuada, a la lucha reivindicativa, a dejarnos impregnar por esos días y hacer que las réplicas que causen sean constantes y efectivas. 



Sin duda, un ejemplo de ello es el 8M. Nada será igual a antes de un día de huelga general y de manifestaciones multitudinarias. El 8 de marzo no fue un día aislado en el tiempo, marcado en morado en el calendario, ha sido la reivindicación de los derechos conquistados, el impulso para seguir trabajando por el mantenimiento de nuestras libertades y seguir alcanzando victorias, juntas, unidas y sabiendo que queda mucho por hacer.            

En definitiva hay dos maneras de pintar nuestro paso por esta vida: actuando pensando en qué pensarán los demás o simplemente actuando pensando de forma conjunta en los demás.     


Sea como sea y lo celebren como lo celebren, que tengan un feliz día.



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