La mujer sanguinaria, La vieja del cuchillo, La cebolla ensangrentada o El cuchillo múltiusos… miles de términos utilizables para este suceso que a primera vista parece comenzar a contar un chiste despiadado o la inevitable historia de una futura persona que próximamente vivirá en las paredes de un psiquiátrico.
Me recuerda a la reducción de velocidad al pasar por un accidente, o al entre tapar de ojos cuando algo se quiere y no se quiere ver al mismo tiempo. Evitando lo nefasto, lo cruel del suceso o el hecho de violencia, el protagonismo de la noticia se la llevó ese cuchillo… Paradójico a primera vista, pero al fin y al cabo así es el ser humano, da igual como se encuentre el objetivo de la agresora, da igual lo que sucediera, lo sorprendente para los que dan a luz una noticia (y en ocasiones para quien la lee) es que al ritmo de una cebolla, el suceso acabó en llanto, se dejó de lado la tragedia.
La vida misma como una pelicula.
ResponderEliminar