Entrada
relacionada con la siguiente noticia: Imputada
Quizá para la justicia no hay Rey
(ni hija de Rey) que valga.
Un número, un DNI y un pecado legalmente cometido.
Se hacía esperar y, finalmente, el coro para el cante judicial se verá
ampliado.
Recordemos los tiempos en los que
algunos cuantos queríamos a nuestra gran familia Real. Sí, hablando en la
primera persona del plural, porque como a muchos de los españoles también me gustaba
esa marca propia de nuestro país. Nos agradaba que la monarquía fuera
campechana y es más, nos gustaba lo que hacían, decían y gastaban y ¡cómo se
las gastaban en la Zarzuela! Confundimos simpatía con franqueza, nobleza y
demás aspectos que rimen con las ganas
de no seguir queriendo saber de qué se estructura todo el edificio y quedarnos únicamente
asombrados con la fachada.
Viendo los resultados, los
imputados, los dijes, dimes y demás títeres, ahora a más de uno se nos
quedará cara de idiotas, ineptos y posiblemente de estúpidos, por llevar tantos
años permitiendo y contemplando de reojo, todas aquellas cosas que, en parte,
ahora salen cual petróleo de la tierra.
Al final parece que los posibles
pecadores pagaran en lugar de los justos, al final del cuento quizá no sean tan
felices ni puedan comer tantas perdices, aunque pensándolo bien, todavía me
temo que quedan algunos años de muchos comportamientos idiotas, ineptos y
seguramente estúpidos.